la cama era super cómoda, justo lo que necesitaba después de pasear. las habitaciones son un poco pequeñas.

No te pierdas el delicioso desayuno buffet, perfecto para empezar el día con energía. Además, el personal es muy amable y siempre dispuesto a ayudar.

La ubicación fue conveniente. Estuve cerca de muchos museos y se podía llegar al centro caminando. El desayuno fue correcto, con opciones saludables y buena calidad. Me gustó que el personal intentó gestionar el ruido de unas clientas que hacían escándalo en el pasillo. Me sentí bien atendido y eso es importante.

La habitación era pequeña y había algo de ruido en el pasillo durante la noche.

La habitación era una maravilla, súper cómoda con una cama que me hizo querer quedarme arrunchado todo el día. El baño un poco justo, pero bastante limpio. Las ventanas estaban bien, con buena luz. Lo único un poco molesto fue que se escuchaba todo, como las conversaciones en el pasillo. Ah, y el detalle de tener una canasta de baloncesto en la habitación es un plus divertido para los más jóvenes.

recomendaría este lugar para una breve estancia

Fantástica ubicación, servicio excepcional, donde disfrutamos de un desayuno delicioso que incluía café de alta calidad y un cómodo acceso al transporte público que nos llevó directamente desde el aeropuerto hasta la esquina del hotel.

Nada negativo.

La ubicación es un chollo! Estás al ladito del Museo Van Gogh y hay un montón de sitios para comer cerca como el Café Le Tambourin donde las papas fritas son de otro mundo. El desayuno estuvo genial, el personal super amable, como si estuvieras en casa. Y esas camas, ¡qué cómodas!

Como ya habíamos estado antes, sabíamos que la habitación iba a ser pequeña, pero la 408 era más pequeña de lo que pensábamos. Aunque la relación calidad-precio no era la mejor, yo lo recomendaría, pero coged una habitación más grande si podáis.

volvería

La habitación era muy amplia, con cama super cómoda, baño privado con ducha y un gran ventanal que dejaba pasar luz natural. Tienen un salón de desayuno acogedor donde ofrecen un bufé variado muy rico. Además, todo el personal es super amable y te hacen sentir como en casa. La ubicación es ideal, cerca de varios museos y con fácil acceso al transporte público.

La ubicación del Max Brown es realmente fantástica, está a un paso del Museo Van Gogh, ¡muy conveniente! El desayuno es uno de los mejores aspectos, un buffet libre muy variado donde probé un café excelente que realmente te despierta. La habitación era pequeña, justo como esperábamos, pero estaba bien decorada y la cama era súper cómoda. Ahí me la pasé descansando después de explorar la ciudad. Por otro lado, las escaleras son un poco empinadas, lo cual puede ser un inconveniente, especialmente si llevas maletas pesadas. Además, sentí que las paredes eran delgadas porque se escuchaba el ruido del pasillo. Sin embargo, el personal fue muy amable y siempre dispuesto a ayudarme con cualquier duda. En resumen, un lugar para disfrutar, pero recomendaría optar por habitaciones que no estén tan cerca de las escaleras para un sueño más tranquilo.

La decoración es única y cada rincón tiene su personalidad. Aunque las escaleras son un poco empinadas, eso no le quita encanto. El desayuno tenía una variedad que me pareció impresionante, sobre todo el café. Volvería sin dudarlo.

una experiencia agradable con algunos detalles a mejorar

La ubicación es perfecta, con fácil acceso a los museos y restaurantes cercanos. Las camas son increíblemente cómodas, permitiéndome descansar bien tras un largo día explorando la ciudad. El desayuno era variado y bastante rico, con opciones que satisfacen diferentes gustos.

La habitación era un poco más pequeña de lo que esperaba, lo que hizo que me sintiera algo apretado.

La ubicación es fantástica. y el personal es muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Las camas son realmente cómodas, ideales para descansar después de un día de exploración, además el desayuno tiene opciones variadas y el salón es acogedor.

Sin embargo, las escaleras son bastante empinadas y pueden resultar difíciles para algunos. sería bueno contar con un ascensor para mayor comodidad.

Una experiencia inolvidable en el corazón de Ámsterdam

Disfruté enormemente mi estancia. La ubicación es perfecta, a pocos pasos del Rijksmuseum. La cama era increíblemente cómoda, ideal para descansar después de un día explorando. No se pierdan el desayuno, el café era excepcional. Asegúrense de pedir una habitación más grande para mayor comodidad.

Excelente ubicación, con museos y restaurantes cerca, y camas tan cómodas que no querrás levantarte.

La habitación era más pequeña que el armario de mi abuela, ¡y eso es mucho decir!